La Reforma inacabada

Lucha aunque no tengas fuerzas

Mi nombre es Eva María Galán y de toda la vida fui una niña especial, me refugiaba en los libros, en escribir, en mi soledad…hasta que un día empezó mi calvario. En el colegio nunca me sentí a gusto, sufría bullying y la calificación por parte de algunos profesores no era la más adecuada para una niña de 12 años. Me dijeron que no servía para estudiar y que me formara en una formación profesional porque no llegaría a ningún sitio.

 

Desde entonces me esforcé día tras día para demostrar al mundo que sí que valía, que sí servía, que sí podía conseguirlo con el desgaste que eso suponía. Intenté olvidar esas palabras o, por lo menos sí lo hizo mi inconsciente y continué hacia delante. Sufría ataque por parte de los compañeros del colegio (niños sobre todo) y en ningún lugar me encontraba a gusto. Me despertaba y tenia terror por ir al colegio y a  menudo tenía alguna excusa o me ponía mala para no querer ir. Consecuencia de ello tuve que repetir varios cursos.

 

Llegó un momento en que me refugié en la soledad, me rechazaban por diferentes grupos de amigos y pensé que lo mejor era quedarme en la habitación y dejar que pasara el tiempo. Ese acto creo que fue el comienzo de mi malestar y de la desconfianza. Así como de las depresiones que posteriormente tuve que sufrir. Aquel lugar era mi lugar seguro y no quería salir de él.

 

A pesar de haber tenido una infancia llena de momentos bonitos, de una familia unida y de grupos de amigos por parte de mis padres, hubo mensajes recibidos de mis padres (sin querer claro, porque lo hicieron lo mejor que sabían) que también dañaron mi inconsciente y eso unido a la sobreprotección fue el cóctel perfecto para que no supiera desenvolverme por mi misma.

 

Empecé a tratarme con el psiquiatra José Luis Villar cuando tenía aproximadamente 25 años. Hablé con él de mi historia y me diagnosticó de depresión, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo (rumiativo o mágico). Además de ser una persona altamente sensible.  Para olvidarme un poco de mi vida, cogí el rol de ser  cuidadora de todo el mundo, quien se acercaba a mí con problemas, yo quería salvarlos a toda costa para que no pasaran lo que me pasó a mí, pero eso trajo fatales consecuencias.

 

Me pasé la mayor parte de mi vida mirando para los demás y no por mí, olvidándome de lo que yo quería, con lo que yo disfrutaba, con lo que me apetecía y no me apetecía hacer hasta que caí en una depresión que casi me quita la vida. En definitiva vivía la vida de los demás, y no vivir la mía.

 

El doctor Villar me recetó medicación y aunque he de reconocer que al principio me costó, empecé a notar mejoría. Para mí era muy difícil tomar la decisión de ir al psiquiatra porque me habían hecho creer que ir al psiquiatra era para los locos (idea totalmente irracional). Él fue quien me aconsejó ir a terapia para tratar mis problemas y a partir de ahí es cuando mi vida empezó a mejorar.

 

Mis terapeutas Elena y Ana empezaron a darme pautas sobre cómo cuidar de mí y a tomar las riendas de mi vida como nunca había hecho. He de confesaros que me costó, no tengo por qué mentir, pero fue una de las mejores decisiones de mi vida. Tuve que trabajar duro y sigo haciéndolo, pero también os confieso que bendita decisión. Tuve que empezar a ponerme en primer lugar y a hacer planes de trabajo en los que debía cuidar de mí. Imaginar si siempre me había dedicado a cuidar de los demás cómo iba a hacerlo conmigo. ¡Una locura!

 

Ellas me han ayudado con mi trabajo personal a crecer como persona a saber lo que sí y lo que no, y a cambiar ese tipo de pensamientos negativos que me invadían la mente y que no sabía cómo gestionarlos y con los que tuve una cantidad de problemas inimaginables. Mi gran problema a lo largo de mi vida fue el tema de la dependencia emocional (relacionado con las mujeres), quizá por lo que sufrí de niña y ha sido el gran tema que he ido a trabajando a lo largo de mi vida unido a que tuve episodios también del TOC homosexual y ello unido a que he tenido relaciones con hombres cortas, y que por miedos o bloqueos en los que no me permitía disfrutar por desconfianza por lo que sufrí de niña.

 

Después de la primera depresión tuve que pasar dos más, en las que estuve a punto de quitarme la vida porque no podía más, pero algo dentro de mí me dijera que siguiera que la vida merecía la pena y que sí podía lograrlo y así fue. Algo dentro de mi me hacia continuar y luchar aunque no tuviera fuerzas, aunque ahora lo veo desde el bienestar y la tranquilidad. Os aseguro que en ese momento no veía la salida y mi única preocupación era hablar con gente que hubiera pasado por lo mismo que yo para saber que de esto se salía. Y os aseguro que sí se sale.

 

Detrás de cada crisis y tras la superación de batallas ganadas, triunfos, alegrías, y un bienestar dentro de mi difícil de explicar. Aunque aún me queda mucho que trabajar os puedo asegurar que a pasar de haberlo pasado realmente mal puedo decir que mereció la pena pasar por todo ello para convertirme en la persona que soy hoy en día. Sigo ayudando, sigo preocupándome por los demás, sigo disfrutando conmigo misma y con los demás y sobre todo lucho por mi vida y por seguir disfrutando de este camino que se llama vida y que SÍ merece la pena.

 

He aprendido a viajar sola (cosa que me daba terror hacer cosas sola) y ahora lo disfruto como nadie, a relacionarme con la gente de manera sana, a mirar por mi y no a través de la dependencia y a vivir el presente, aunque eso no excluye a que tenga días en que creo que voy a recaer como dice mi terapeuta “miedo al miedo”. Pero todo merece la pena.  En el camino de mi empoderamiento creé dos páginas web una debido a mi vocación por el mundo bibliotecario www.alquiblaweb.com (creada en 2012) y para dar visibilidad al mundo de las bibliotecas y otra para dar visibilidad a la salud mental www.tusaludmentalimporta.com (creada en 2024).

 

Esta es un poco de mi historia, y os animo a continuar. Si yo he podido todos podéis conseguirlo. Todos remamos en una única dirección y no estamos solos, ahora estamos todos juntos.

 

Eva María Galán Sempere

26 de abril de 2024

15 Comentarios

  1. Natalia

    Campeona

    Responder
  2. Rafael González Quesada

    Eva acabo de leerte, que valiente y que fuerte. Cada vez que os leo se me encoge el corazón y me hago pequeño. Con cada lectura veo lo fuertes que somos y lo injusto que es el mundo, pero también el crecimiento y la lucha. Veo personas muy importantes, que han sufrido mucho injustamente y que tienen mucho que enseñarnos. Pero también veo humildad, humanidad,entrega y amor por todas parte. Que valiosos estos relatos. Gracias por compartir y por existir. Gracias, mil y una vez gracias. 😘

    Responder
  3. Alberto Gadea Soler

    Enhorabuena Eva! Has sufrido mucho como relatas en tu testimonio pero con el tiempo, gracias a tu constancia, tesón y tenacidad, te has convertido en la protagonista de tu vida y con un crecimiento personal envidiable. Muchas gracias por describir, por detallar, por desmenuzar momentos de tu vida que con el tiempo te han convertido en la persona que eres, una persona valiente y con confianza en ti misma. Me han parecido preciosas y llenas de generosidad tus páginas web. Con tu testimonio vas a ayudar a muchas personas a tenerte como referente de superación personal. Orgulloso de que pertenezcas, junto con el resto de personas que lo componen, a nuestro grupo, a La Unión de los Protagonistas, un grupo de personas que queremos crear conciencia de que hace falta un cambio en Salud Mental y que sean las personas que presentan sufrimiento psíquico las que en última instancia decidan como quieren formular el camino de su Recuperación. Un abrazo muy fuerte!

    Responder
    • Pilar

      Qué largo y sinuoso camino recorrido, cuanto sufrimiento y miedos sufridos hasta encontrar los profesionales que te han ayudado justamente a ayudarte a tí misma y a la vez ser valiosa para ayudar a los demás como sigues haciendo. Seguro que eres una gran persona. Viaja y disfruta, te lo has ganado a pulso.

      Responder
      • M. Carmen

        Buenos días y perdona por no poder poner de nuevo mi mensaje. Te agradecí que nos mostrarás tu espejo pero sobretodo tu nuevo espejo que nos ayuda a muchos a tenerlo como nuevo patrón. Gracias.

        Responder
  4. Juani Pastor

    Un corazón tan grande que no merecía tanto sufrimiento pero eres muy valiente y te has superado a ti misma. Estoy encantada de haberte conocido.

    Responder
  5. Joaqui

    Eva⁩ gracias por el artículo. Cuando te conocí vi tu energía. De verdad que eres un ejemplo a seguir y la filosofía que tienes de vida para mí es el secreto. Intentaré seguirte y dar ejemplo a mis peques con esa forma de luchar 💜💜💜gracias. He visto tb la web literaria y me parece un pasote me encanta leer 💜💜💜 gracias 🌈

    Responder
  6. Maria Jesús

    Buenos días Eva, he transitado por cada una de las partes de tu artículo, visualizándote, he disfrutado, en el mejor de los sentidos. Tu relato recoge a diferentes Evas , una Eva “in crescendo” en plena evolución diría yo, haciendo del sufrimiento un buen recicle y ¿sabes porqué? Porque eres una persona vital, conectada a la vida y queriendo vivirla, con un canto a la Esperanza constante, siendo agradecida y disfrutando de tus logros… otro ejemplo de Vida a tener en cuenta, sigue… tienes mucho por hacer y para dar. Tengo ganas de darte un abrazo 😍

    Responder
  7. José Luis

    Mensaje de ánimo y esperanza el que transmites, Eva. El esfuerzo contínuo que mantienes es digno de admirar. Gracias por contárnoslo, y ser ejemplo de entereza y valentía. Un cordial abrazo.

    Responder
    • Nati

      Eva, tu relato es una inyección de energía positiva para todas las personas que seguimos luchando por un mundo mejor. Sintiendo tu sufrimiento y tu lucha en el camino para poder ser quién eres ahora, una mujer que sabe lo que quiere con mucha luz interior. Te admiro y te doy las gracias por abrirnos tu alma.
      «Estamos en el camino»

      Responder
    • Victoria Climent Sánchez

      Eva , eres maravillosa,sin conocerte lo sé.Un niño no debería pasar por muchas cosas, como las tuyas y otras,pero ocurre por desgracia.La frase tener miedo al miedo,es un realidad y una gran pesadilla q siguen muchas personas viviendo.Tu mejoría ayudará a mucha gente para ver q se puede.

      Responder
    • José Tomás P. Sogorb

      Hola Eva!

      Gracias por compartir tu experiencia.
      Tu lucha y tu espíritu de superación es admirable, no has permitido que esas experiencias tan traumáticas condicionaran tu vida y eso Eva es muy admirable.
      Sólo tú sabes en cuántas ocasiones has tenido que levantarte, pero toda esa experiencia te ha hecho más fuerte y resiliente.
      Ahora estás en lugar seguro donde no vas a ser juzgada y donde podrás ayudar a otras personas a través de tu experiencia personal.
      Por cierto, me ha encantado tu web sobre el mundo bibliotecario, una joyita.
      Un fuerte abrazo!

      Responder
  8. Lorena

    Enhorabuena por el relato Eva. Es muy valiente afirmar que «ha valido la pena» para convertirte en quien eres hoy. Sin duda una gran luchadora, ahora eres ejemplo de lucha para muchos otros que están en el camino. Gracias por el mensaje tan motivador «os aseguro que sí se sale». Un abrazo!

    Responder
  9. Jose Antonio Martín

    Gracias por compartir tus desafíos, ya que me he sentido totalmente identificado con todo lo que nos han contado, tanto que me he emocionado por saber que no estoy solo, que no estamos solos, que hay mucha gente que pasa por la misma situación o peor, y que siempre más tarde o más temprano se sale a flote.

    Es mi caso actual, donde no consigo lo que podríamos decir una estabilidad como tal, sino una escalada mas, subir unos peldaños, y luego bajar otros, después de haber caído una y otra vez hasta el fondo, donde hay que ser consciente de esto, y saber pedir ayuda, porque como bien dices en tu testimonio, nuestra propia familia es capaz de dañarnos moral y emocionalmente, sabiendo que no lo hacen a propósito y que es su forma de ayudar, lo cual no voy a criticar, ni justificar, porque a veces las cosas suceden por algo, y en nuestro caso quizá sirva para que nuestra propia familia se adapte a nuestra situación, y viceversa.

    Entre las vicisitudes, y todo los que entraña y engloba a la salud mental, tanto bueno como malo, porque considero que todo el sufrimiento que podemos pasar las personas que tenemos un problema de «neurodivergencia» al contrario que los «neurotipicos», como se denomina ahora, intentando ver más que una enfermedad, trastorno o patología, quizá una «condición».

    Algunos profesionales de la Salud Mental, ya empiezan a utilizar estos terminos, como «Diversidad Funcional», y otros que se van implantando en la sociedad poco a poco, y que aunque diste mucho de la desestigmatización y normalización tan ansiada hoy día, creo que será la simiente para que algún día, consigamos eludir ciertas etiquetas peyorativas en el contexto de lo referido, etiquetas que ni siquiera las voy a decir, porque hay ciertos términos hoy día, que se dicen como adjetivos calificativos con tal normalidad pero que pueden ser demodelores creo que para muchos de nosotros, y que solamente aquellos que sabemos que somos la comidilla de familiares, vecinos, amigos o allegados, nos cuesta aceptar pese a la dura realidad, de que estamos en boca de todos, da igual si para bien o para mal, pero que estamos señalados y marcados a fuego, como ciudadanos con «personalidades disfuncionales», cuando realmente lo que necesitamos, es MENOR COMPASIÓN Y MAYOR COMPRESIÓN.
    Gracias por tu valiente testimonio!

    Responder
  10. P y M

    Eva, eres todo un ejemplo.
    Has pasado de estar en la profundidad más oscura a salir a la luz, despegar y volar.
    Y es admirable la certeza que has mantenido, incluso en los peores momentos, de que «sí se sale».

    Has movido tu montaña interior (las más difíciles de mover), para empezar a cuidarte a ti misma y además disfrutas de ello.
    Has encontrado el equilibrio entre atender a los demás y luchar por tu vida.
    Enhorabuena.
    Y gracias por compartir tus dos páginas web.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar

Soledad

Soledad

Siempre he sido, lo que suele llamarse, un Alma Vieja, o como decía mi yaya, una vieja en el cuerpo de una niña, y eso amigos míos, cuando eres muy pequeña es un poco confuso,...

leer más
Miedo

Miedo

Recuerdo perfectamente el día exacto en que todo comenzó. Yo era muy jovencita y hasta ese momento nunca noté nada raro a nivel mental que me hiciese sentir mal. Pero ese día,...

leer más
Su dolor también fue mío

Su dolor también fue mío

Aunque intentando no extenderme, voy a narraros algo muy real. Acabé la carrera con 20 años, llena de vida, ilusiones, alegría, como es natural. Había conseguido ser psicóloga,...

leer más

Contacto

contacto

Teléfono

+34 616 852 402

WhatsApp

+34 616 852 402

Email

info@psiquiatraalbertogadea.es

Dirección

Avenida General Marvá, 33, 1º A
03005 – Alicante

Dirección

Ed. Joymar

C/ Marte 1 Oficina 3C,
03501 – Benidorm