La Reforma inacabada

Construyendo dignidad

Mi historia es una más de tantas en las que las personas sufrimos, nos hundimos y nos recuperamos en un ciclo que a veces tiene unas cuestas más pronunciadas y otras unos caminos mas suaves, aunque siempre con altibajos, nunca con senderos largos, llanos, y fáciles de recorrer.

La dignidad no es solo una cualidad inherente al ser humano, sino que es un derecho inviolable, bueno, que debería serlo. La mía fue violada muy pronto y mi camino vital ha transcurrido con el eje fundamental de recuperarla, de forma individual y colectiva.

Como muchas de las personas que presentamos problemas de salud mental o física, mis antecedentes familiares y mi infancia influyeron en quien soy hoy, para mal y para bien. Soy la mayor (mujer) de cinco hermanos, tuve un padre autoritario, antecedentes familiares de problemas de salud mental y adicciones. Pasé la adolescencia de forma convulsa, rebelada, me daba cuenta de que los valores de la sociedad heteropatriarcal conservadora en la que se me estaba educando no conectaban con lo que yo sentía en mi interior. Aunque francamente no tenía claros cuales eran mis valores. Eso es algo que se sabe y se construye con el tiempo.

La cuestión es que la combinación de las circunstancias que viví, la opresión paterna, mis rasgos de personalidad, mis
antecedentes genéticos y una sociedad con valores muy conservadores, que intentaba salir de un régimen de opresión dictatorial, favorecieron que me saliera del camino normativo, el que mis padres habían pensado para mí y que la sociedad hubiera esperado de mí. Me comporté como una joven que quería ser libre, experimenté con la libertad sexual (que no era apropiada para la mujer…) y también un tiempo con las drogas, llegando a tener un problema de adicción. Todo ello me costó la retirada social de la “dignidad” personal.

Era el final de la década de los años 80 y llegó el VIH, el sida, al mundo. Y yo lo adquirí. Lo adquirí por vía sexual, pero eso da igual. Durante la primera década de la llegada del sida, se construyó un estigma brutal alrededor de esta infección. Algo que era un fenómeno natural, un virus que se transmite por fluidos sexuales y por sangre, se convirtió en un desorden moral y social terrible. Si ya se me había retirado la dignidad, ahora ya pertenecía a un grupo absolutamente denostado, maltratado, abusado, dañado, “apestado”…

Pasé parte de esa primera década luchando contra la enfermedad y la muerte, la mía, pero también presenciando la muerte física y social de muchas personas de alrededor. Indignada de ver cómo la gente moría sola, con mucho deterioro, sin nadie de sus familiares cerca, apartados… Pasé ese tiempo sufriendo física y mentalmente. He pasado mi vida perdiendo seres queridos y ayudando a muchos a irse de la mejor forma posible. En realidad, he vivido siempre esperando ver cuando llega “mi turno”. Es decir, he tenido que vivir siempre manejando la incertidumbre. No es fácil, porque vivir en la incertidumbre hace muy difícil vivir con sosiego, y de eso es de lo que mas ha adolecido mi vida. Es lo que sigo buscando. Pero, aunque no encontré el sosiego, sí que he sido capaz de construir una vida con sentido, una vida llena de dignidad. Sí, conseguí reconstruir mi dignidad y también luchar por la de las personas en desventaja social, a las que también la sociedad se la niega o ellas interiorizan que no la merecen.

En uno de mis descensos profundos al dolor, como Perséfone al inframundo, provocados por el fallecimiento traumático del que era mi novio cuando yo tenía 28 años y el 29, y un camino de enfermedades que culminaba casi de forma sincrónica a esa pérdida, con la de mi útero por tener cáncer, también como Perséfone fui salvada. Fui salvada por supuesto, como ella, por el amor de mi madre. También por el apoyo de mi familia. Pero sobre todo porque encontré el camino que quería seguir, el que ha dado sentido a mi vida. Inicié mi camino de ayuda a los demás, de altruismo, mi camino de activismo por los derechos de mi colectivo y de todos los asociados (personas LGTB, personas que usan drogas, personas en exclusión social, y otras minorías).

Siempre siendo visible, nunca ocultándome. Podía permitírmelo porque tenía el apoyo de mi familia. Construí capacidades personales y me formé. Sí, porque además de que me gustaba, es más fácil ser activista y conseguir cambios sociales, si lo haces desde el conocimiento. Así que hoy soy doctora en psicología social, profesora universitaria, activista científica y social. Los grandes teóricos de la felicidad dicen que ésta solo se alcanza cuando tenemos sentido de pertenencia y somos altruistas. Y por supuesto cuando sentimos gratitud y tenemos una actitud positiva. La felicidad no es algo constante. En mi vida desde luego no, más bien la definiría como con “déficit de felicidad” y también con desafíos de salud mental relacionados con la ansiedad fundamentalmente. Pero claro, he vivido toda la vida cerca de la pérdida y como si fuera una especie de “Juana de Arco” y eso tiene su precio. Pago ese precio muchas veces con una sonrisa, porque siento mucha gratitud por la maravillosa gente con la que he transitado por la vida. Siento gratitud por tener un corazón lleno de grietas, que es un poco como de cristal, porque vibra mucho, no solo de arritmias y ansiedad, sino de amor y emoción. Emoción por casi todo. Como ahora, que mientras escribo esto, sonrío con los ojos nublados…

Yo hoy en día soy una persona llena de dignidad y con muchos desafíos personales todavía que afrontar. Hoy soy una persona orgullosa de pertenecer a este Grupo de Protagonistas que buscan un cambio y una mejora en la salud mental y su atención, que se siente afortunada por ir a terapia, por podérmelo permitir y por tener un terapeuta estupendo, que espero que no se canse de escucharme porque no tengo ninguna intención de dejar de “necesitarla”. ¿La necesito?, ¿o no? Da igual, lo importante es que la deseo para mi vida y es algo que no debe ser un motivo de estigma. Es algo que todavía confiere de más dignidad a las personas que queremos ser cada día un poco mejores, y que buscamos bienestar para nosotros y para los demás. Así que a la ventana de esperanza que nos abrió nuestra querida Ana Torregrosa, y la atención al poder de lo sencillo con lo que Joaqui nos iluminó, yo quiero abrir el camino hacia la dignidad y la no estigmatización de las personas con sufrimiento psíquico o cualquier otra desventaja personal o social. También quiero abrir la ventana a la gratitud hacia todos quienes nos apoyan, en especial a nuestra familia (¡gracias mami!).

Maria José Fuster Ruiz de Apodaca
e-mail: fuster.mariajose@gmail.com
Tfno: 696592404

23 de febrero de 2024

29 Comentarios

  1. Alberto

    Muchas gracias Maria José! Desde hace muchos años luchas contra el estigma y por la libertad y la dignificación de las personas en estado de vulnerabilidad. Eres un ejemplo y un camino a seguir para muchas personas y eres una persona involucrada y comprometida tambien en este Grupo, en la Unión de los Protagonistas. En este Grupo de personas comprometidas, donde uno de los Objetivos por supuesto es ayudar a esa necesaria dignificación de las personas con sufrimiento psiquico. Inicié mi andadura en Salud Mental hace más de 30 años. Y en este tiempo he visto de todo, también desprecio, abuso y maltrato hacia las personas con sufrimiento psiquico, lo cual por supuesto siempre he denunciado. Hoy, contigo y con todas las personas del Grupo, podemos ayudar a las personas a lograr la dignificación que merecen y a luchar por sus derechos, los derechos humanos. Enhorabuena y un abrazo muy fuerte!

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    • Francisco

      Enhorabuena por ser tan valiente y luchadora .Un abrazo muy fuerte.

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      • Joaqui

        María José gracias por no haberte rendido, me has emocionado tanto y me has dado tantas ganas de luchar y de vivir. Gracias al Dr. Gadea he podido conocerte y te voy a disfrutar a ti y a este maravilloso grupo, conseguiremos grandes o pequeñas cosas, pero juntos. Ayudaremos a los demás estoy segura. Tienes una capacidad infinita de amar y eres una luchadora, aprendo mucho de tí. Te mando un abrazo súper fuerte.

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    • Merche

      Hola María José, me ha impresionado mucho tu relato, por tu valentía por tu fortaleza y por haber creado esa dignidad que relatas. Eres una persona admirable. Sigue así. Un abrazo muy fuerte.

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  2. José Tomás P. Sogorb

    Buenos días María José.
    Me ha encantado leer tu lucha por recuperar la dignidad, algo por lo que nadie debería luchar, puesto que se supone que es algo inherente al ser humano.
    Como ave Fénix reviviste de tus cenizas, cuando parecía que todo estaba perdido.
    Imagino que esa resilencia es la que ahora te permite ayudar a personas que han perdido e intentan recuperar esa dignidad.
    Estoy seguro que mañana, de la mano de Alberto se inicia un camino de dignidad, de visibilización.
    Creo firmemente que tu colaboración es imprescindible, que tu experiencia de recuperar esa dignidad, va a ayudar a muchas personas.
    Iniciamos el camino…
    Un abrazo!

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    • Maria José Campello Zamora

      Enhorabuena por la mujer que eres , por tu lucha y esfuerzo, un placer para mí, podernos conocer mañana. Un abrazo!!

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  3. Kike Poveda

    Me has quitado la mitad del artículo hija puta. Jajajaja. Te quiero muchísimo hermana

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  4. Nati

    Mª José, desde que te conocí te admiré y le doy gracias a la vida que a través del dr Gadea ha permitido que pueda compartir una parte de mi camino contigo (y con otras personas del grupo). Muuuuchas gracias

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  5. Birgitta Johansson Selbeeg

    Muchas gracias María José por tu testimonio .
    Por tu fuerza y lucha durante tantos años.
    Te quiero.

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  6. Sole

    Hola Maria José , percibo que te has abierto en canal y veo qué tu lucha es admirable y cómo tú dices has logrado tu dignidad como persona .
    Comparó mi lucha y me doy cuenta
    qué es insignificante al lado de la tuya . Te doy mi enhorabuena por haberlo logrado .
    Eres una persona fuerte empatíca y altruista y eso te honra.
    Me quito el sombrero ante ti .
    Saludos y espero conocerte en persona . Un abrazo

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    • Lourdes Navarro o Clara Ferrer

      Hola! Me encanta como te expresas.
      Es un honor el a verte conocido. Siempre estarás en mi vida.
      Aprendo mucho de tí….y te quiero💜

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  7. SAGRARIO MERO

    Mª José, eres una LUCHADORA!!!!

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  8. Cristina P.Iriarte

    Hola María José .Solo darte las gracias por tu testimonio.Es alucinante tu resiliencia ,tu lucha ,lo que has conseguido .Gracias por tu ayuda a los que se han visto en situaciones de vulnerabilidad,desprecio,estigma…Me dejas sin palabras ,la verdad.Eres un ejemplo de vida , es para leerte una y otra vez en momentos de bajón para darnos un impulso de vitalidad ,y fuerza .Te admiro por esa fortaleza y ganas de ayudar y vencer todos los problemas de la vida .Alberto ,solo
    atraes cosas buenas y personas increíbles a éste grupo .Gracias por ser ante todo una gran persona ,tan humilde a pesar de toda tu sabiduría.Haces mucho por mucha gente .Un gran abrazo a los 2 🫂 🤗

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    • María José García Gonzalez

      Hace tiempo que te sigo y se lo muchisimo que sufriste en esta vida!!!!María José !eres una persona que no te cansas de decir a todas las personas tú sufrimiento.Y con ello ,ayandolas a sequeguir adelante. Menos mal que en ALBERTO ,tenéis una gran ayuda .Amigo alberto sigue así que el camino se va acortando Un fuerte abrazo a María José Fuster.

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  9. Juani Pastor

    Creo que la vida te ha puesto pruebas muy duras para extraer lo mejor de ti, aunque tengo la sensación de que no hubiese hecho falta tanto dolor para ello pues se percibe que eres grande. Pero la vida es así. Me encantará conocerte mañana.

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  10. María Jesús

    Buenas tardes María José, necesitaba leerte varias veces, aunque conocía tu historia me ha encantado tu reflexión por escrito, entre tus talentos está tu capacidad comunicadora…. en tu relato ,también preciosa presentación, qué no carece de nada: tu familiaridad y por lo tanto accesibilidad invita a entrar en tu mundo y a la vez rascar tú un poquito en la experiencia vital de los que te lean, también destilas un gran Amor y reconocimiento, eres agradecida y como no, Generosa y muy vital, enganchada a la Vida , por lo que has reciclado todas tus experiencias, sensaciones, dolor… y lo has convertido en recursos y estrategias, en principio para “Supervivencia” y a continuación “Acción “ , te has convertido en un ser con una inteligencia cognitiva más que aceptable y sobre todo con una muy buena gestión emocional pese a todo, todo un ejemplo de Vida, María José, todo un regalo para todos los que te tenemos y te queremos, Matilde está contigo y muy orgullosa.Si no estuvieras en el grupo habría que inventarte Campeona.Con tu relato has entrado en un sinfín de corazones íntegros, con grietas, resquebrajados… pero con Esperanza, Amor y Dignidad, un beso, te quiero 💕
    Esta noche cuéntaselo a tus nenas🌷

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  11. M. Carmen

    ¡enhorabuena!!!

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    • Ana Torregrosa

      Maria José, solo puede decir que qué orgullo haberte conocido. De verdad. Es difícil plasmar por escrito todo lo que siento porque siempre con las palabras no se puede expresar todo pero sólo decirte que eres luchadora, sensible, altruista, inteligente… Todo un ejemplo para los demás. Un abrazo!

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  12. Alvaro Beltran

    Qué gran placer leerte amiga y que suerte la mía de poder compartir momentos contigo y con tu saber vivir con dignidad, fuerza e inteligencia emocional. Agradecer también a Alberto su labor de activista de la salud mental, su gran empatía por el ser humano que sufre y su lucha por la dignidad de las personas.
    Testimonios como el tuyo y foros como el que promueve Alberto dan valor a la profesión y ponen el acento en la importancia de empatizar con el otro y sus vivencias. Gracias a los dos.

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  13. Maria Jose Fuster

    Queridos amigos y también familiares que veo en el blog. Gracias por vuestro refuerzo y por vuestras bonitas palabras. Si algo me ha dado fuerzas en la vida ha sido el apoyo de otros. Ahora tengo el lujo de tener otro gran grupo de personas con las que seguir compartiendo y luchando. Eso son vitaminas para mi. Me gusta poner el ejemplo de que si todas las personas que estamos expuestas al estigma empezáramos a brillar como si fuéramos luces fluorescentes, el mundo se iluminaria. Y se iluminaria de grandes estrellas llenas de amor. Así que confío en que brillemos juntos. Pronto nos conoceremos algunos. Espero que tengamos un gran recorrido de ayuda, amor y dignidad para nosotros y para las personas con sufrimiento emocional.
    Me despido con una sonrisa de oreja a oreja. Gracias

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  14. QUIQUE

    Un verdadero ejemplo de resiliencia y lucha, gracias por compartir eres una fuente de sabiduria, gracias

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  15. Jordi

    Antes de nada, agradecerte que hayas compartido tu historia. Una historia dura en una década, la de los 80, donde había un gran desconocimiento de muchas cosas, pero donde el dedo inquisidor de la sociedad se cebó con determinados colectivos.

    Olé tu fortaleza para salir de ese profundo pozo, que estoy seguro que no fue nada fácil, es más afirmaría que fue muy difícil. Esa experiencia la has conseguido enfocar en ayudar a personas con problemas. Algo que te honra y que es muy de agradecer, porque el camino sencillo es el de pasar de todo, seguir con tu vida y cada uno que se apañe. Pero no, ahí estás tú luchando día a día por esas personas y por ti. Solo puedo decir que estoy orgulloso de personas así y mucho ánimo para continuar adelante con tu labor. Un gran abrazo.

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  16. Marcela Macheras

    Te admiro cada día más. Eres una gran luchadora y un ejemplo a seguir en esta vida, solo quiero darte las gracias por tanto que haces por todos. GRACIAS!!!

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  17. Lourdes

    Gracias Maria José por tu relato también narrado, gracias por ser cómo eres, no dejes de luchar. Al igual que Ana y Joaqui, sois dignas de mi admiración. Siento mucho no poder compartir momentos con vosotras y el magnífico grupo que formáis junto a Alberto y el resto, seguro que con seguiréis muchos logros, que os harán sentiros dignos pues de hecho ya eres digna de imitar, espero que tú mami continue dándote su rayito de luz. Un gran abrazo

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  18. José Luis Barba

    Gracias por tu testimonio, María José. Aunque pueda sonar frívolo, te diré que me ha gustado mucho.
    Es esta una época de saturación de datos, de sobreinformación, de proliferación de historias. Todo el mundo cree tener algo que publicar, y algo que va a interesar a los demás. Pero, en realidad, esto sucede raras veces.
    Una de ellas es ésta. Tu escrito. Tu vida, contada sin exageraciones, pero sí con franqueza.
    No ha sido una vida bonita, pero lo que has hecho con ella sí lo ha sido. Hablas de cómo la felicidad viene a través de la gratitud y la positividad. De sentirse perteneciente a un grupo, a otros seres. Y de ser altruista.
    Todo esto está en tu carta. Con ella nos has ‘metido’ en un grupo, en tu grupo, al que pertenecemos porque tú nos has incluído –altruistamente– al contarnos tu vida de manera tan generosa.
    Te doy gracias por ello, y también a tus ‘compañeros en la sinceridad’ (si me permitís los tres este calificativo) Ana y Joaqui, que te precedieron.
    Mi agradecimiento también a todos los que escribís en este foro lleno de humanidad y fortaleza en la debilidad.
    Y al doctor Alberto Gadea, que ha concebido esta idea, animado por su compromiso con la salud y el bienestar mental de su prójimo necesitado.

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  19. Gaspar Garijo Sales

    Enhorabuena, María José! Eres una mujer maravillosa y una extraordinaria persona. Comprometida con la vida en todas sus facetas y todo un referente en la lucha por la dignidad de l@s más vulnerables. Gracias por existir!!

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  20. Paco y Maite

    Supe de tu historia anteriormente por uno de los audios. Parecía de película pero era cierta.

    Te envío todo mi reconocimiento por las vivencias que has superado.
    Por tu esfuerzo y empeño en los estudios y la formación que has logrado, aún con todas tus dificultades personales y de salud.

    Y sobretodo, por tu capacidad de transformar tus experiencias de sufrimiento, en algo positivo para ayudar a los demás.👈

    La DIGNIDAD es inherente al ser humano.
    Pero a veces parece que tenga que ser un famoso que declara haber contraído VIH, o el cine, una película…, o una declaración de una persona pública de haber sufrido un problema de salud mental, para recordar que la valía, que la dignidad de la persona, está por encima de la enfermedad.

    Y gracias a esto la sociedad también va tomando conciencia.

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  21. Bea Hernandez Novoa

    Maravillosooo testimonio, Maria José.…eres tú en estado puro….fuerte, luchadora, generosa, retadora, cuidadora, peleona, valiente, sincera, buena, sensible, referente, comprometida, reflexiva, inconformista, líder, transparente, amiga, maestra….y me fascina la capacidad de introspección y crecimiento constante que tienes…eres un regalo que la vida me ha dado…y un ejemplo a seguir…no puedo quererte ni admirarte más…gracias por tantooo….es un lujo tenerte ❤️

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