La Reforma inacabada

En el silencio de los profesionales de Salud Mental

Mi nombre es Mariana, lo eligió mi madre en honor a mi abuelita. Nací en un país muy lejos de donde nacieron mis padres; se habían ido huyendo de la guerra y de condiciones de vida muy humildes.

Para cuando yo nací ya habían nacido mis tres hermanos y nuestra vida ya había mejorado mucho. A los 15 años ya sabía que quería estudiar psicología. Era muy sensible, con facilidad para conectarme con las personas, y emociones muy intensas.

Reflexionar sobre la importancia de que los profesionales que trabajamos en salud mental debemos cuidar de nuestra propia salud mental es mi objetivo en éste artículo.

Nosotros necesitamos trabajar nuestra propia salud mental. Cuando estoy con mi psicóloga en consulta, se me olvida que soy psicóloga. Tengo miedos, dudas, incertidumbres. Cometo errores y muchas veces también hago daño sin querer a los que más amo. Siento dolor, mucho dolor cuando vivo mis pérdidas. En el momento que escribo éste artículo mi padre tiene 2 meses que falleció y mi corazón aún está en ruinas, haciendo esfuerzos por resolver el mínimo de circunstancias funcionales que tiene la vida, para poder vivir hasta que vaya superando mi duelo progresivamente.

A menudo, se pasa por alto que como profesionales, nos dedicamos a cuidar y a ayudar a otros a superar sus desafíos mentales, pero también tenemos un riesgo a sufrir trastornos mentales. La percepción común podría ser que, al ser expertos en el campo, estamos protegidos ante estos problemas, pero la realidad es que enfrentamos presiones únicas que pueden afectar nuestro bienestar psicológico.

Las personas que trabajamos en la salud mental, estamos sometidas a estereotipos, donde, en teoría, deberíamos gozar de una perfecta salud mental, así cómo saber qué hacer siempre en nuestras vidas y cómo resolverlo todo absolutamente. Lo que en realidad sucede, es que, si bien es cierto podemos tener conocimientos, habilidades y recursos adquiridos en nuestra formación y nuestra práctica; también es cierto, que necesitamos vivir nuestros procesos de desarrollo humano. Con ello se viene: miedos, traumas, trastornos, dificultad para superar áreas críticas de nuestra vida, y limitaciones que necesitamos trabajar desde nuestra “humanidad”.

Una de las razones por las que los profesionales de la salud mental somos más vulnerables a los trastornos mentales es el desgaste profesional, también conocido como síndrome de burnout.

El burnout se caracteriza por una sensación de agotamiento emocional, despersonalización y una disminución en el sentido de logro personal. Los trabajadores de la salud mental a menudo enfrentamos una carga emocional intensa al lidiar con el sufrimiento de otras personas, la carga de trabajo pesada, la falta de recursos y la presión para producir resultados positivos. Esta combinación de factores puede llevar a un deterioro en la salud mental si no se abordan adecuadamente.

Ante todo, Personas; ¿sabes cuántas veces mientras me he duchado he pensado en el dolor que está sintiendo alguno de mis pacientes?, y siento compasión por las injusticias. Y siento enfado cuando se violan los derechos, y siento tristeza cuando te veo llorar desconsolado, y siento frustración cuando no logras alcanzar tus objetivos porque intentas diferentes formas y no te resultan, y siento miedo cuando tienes miedo a morir por los repetidos ataques de pánico que experimentas. Lo siento, y al sentirlo me conecto contigo para poder trabajarlo.

Lo que me enseñaron en la academia de “no debes hacer vínculos con los pacientes”, he tenido que ir en contra de ello en algunas circunstancias, cuando he tenido víctimas de abusos en mi consulta, y he reforzado en nuestro vínculo terapéutico la confianza y el “lugar seguro” que necesitan crear de nuevo para apagar las “alarmas de incendio”. que nunca se apagaron luego de la situación traumática. Nos vemos expuestos a menudo a historias de trauma, abuso, sufrimiento y tragedia. Y escuchar repetidamente estas experiencias puede tener un efecto acumulativo en nuestra propia salud mental. La empatía y la conexión emocional que con los pacientes pueden ser tanto una fuente de satisfacción como un riesgo para la propia salud mental, si no son manejados efectivamente.

Ser psicóloga no me salva del dolor, ni de los trastornos; en mi adolescencia me diagnosticaron de depresión y me medicaron, en muchos momentos me sentía sin escapatoria a todo aquel malestar y sufrimiento. Y las claves más importantes fueron el apoyo de mi familia y la atención psicológica y psiquiátrica a tiempo. Si no hubiese sido así, de seguro mi vida hoy sería muy diferente.

Ya como estudiante de psicología, entendí que tener un proceso terapéutico es una responsabilidad como profesional para que mis procesos no interfieran los procesos de mis pacientes. Así que “siempre que tenga pacientes, yo seré una paciente también”.

Es esencial reconocer que los profesionales de la salud mental no somos superhéroes inmunes a las dificultades de la vida. Somos seres humanos con nuestras vulnerabilidades, debilidades y necesidades. Ignorar nuestro propio bienestar puede llevar a un deterioro en la calidad de la atención a nuestros pacientes y, en última instancia, a un mayor riesgo de agotamiento y problemas de salud mental. Si estamos agotados físicamente o emocionalmente podemos no ser capaces de brindar el mismo nivel de apoyo y atención compasiva que si nos cuidamos y mantenemos equilibrados.

En la unión de los protagonistas, establecemos una relación entre pares, y es clave también para nosotros los profesionales de la salud mental ya que la horizontalidad de la relación permite la interdependencia, donde entre todos aprendemos y nos nutrimos desde el conocimiento, experiencia de vida, experiencia en cuanto a la salud mental. Y permite un intercambio que nutre a cada uno de los miembros de la unión.

Al final: todos somos pares: déjame aprender de ti y crezcamos juntos!.

Mariana Ferreira De Almeida

@mariana.psicoach

15 de marzo de 2024

23 Comentarios

  1. Alberto

    Mariana, hoy abordas la situación desde el otro lado, el de los profesionales de Salud Mental. Planteas la necesidad de humanizar también a los profesionales. Como bien dices enfrentamos presiones únicas que nos pueden afectar. También mencionas el burnout, muchas veces generado por la disonancia entre lo que nos gustaria conseguir y las limitaciones que tenemos que afrontar, en un sistema público que destina pocos recursos para la Salud Mental en comparación con los paises de nuestro entorno. Podemos estar sometidos en la encrucijada entre las necesidades de las personas con sufrimiento psicoemocional a las que intentamos ayudar, los pocos recursos de los que disponemos y la exigencia de cumplimiento de objetivos por parte de la institución, en ocasiones unos objetivos basados en la ultratecnificación y no en la humanización, en la comprensión del dolor humano. Muchas veces lo de «no hacer vinculos con los pacientes» es una defensa ante esta situación tan limitada para poder proporcionar una ayuda auténtica. Por ultimo haces referencia a la horizontalidad en la relación entre personas con sufrimiento psiquico, familiares y profesionales. Tras muchos años en la profesión, estoy seguro que es la única forma de poder ayudar. Aprender juntos, unir saber experiencial y saber profesional. Gracias Mariana, por tu valiosa aportación, por recordarnos que tenemos que enfrentar nuestras dificultades y que tenemos que descender desde el Olimpo al foso, a enfrentar junto con las personas que sufren la lucha contra los monstruos, el de la depresión o tantos otros . Un abrazo.

    Responder
    • Rosalia Ruiz Lopez

      Magnífico tu artículo. Quien cuida .al cuidador

      Responder
      • María José García Gonzalez

        Gracias por vuestras intervenciones.Lo del vínculo con en el paciente ,no estoy muy de acuerdo.Cuando un enfermo de esté tipo,acude a una consulta,lo que quiere, es tener empatía con la persona que le va a ayudar…..Y así saldrá de ella con más fuerza para afrontar su medicación .Alberto! sigue como tú eres.Un fuerte abrazo de tus amigos.

        Responder
    • Mariana Ferreira De Almeida

      Muchísimas gracias Doctor por la oportunidad, termina siendo una lucha de todos por todos. Un abrazo

      Responder
  2. Sole

    Hola Mariana , describes muy bien cómo eres y lo qué percibo es qué eres una persona empatica y qué sabes ponerte en el lugar de los demás , aún a costa de qué te afecte a ti como persona . Te comprendo y eso dice mucho de ti como buena profesional . Ojalá todos los sicologos fueran así . Mi experiencia con los que he tenido en la seguridad social me han decepcionado.
    Ánimo y no cambies , siempre habrá personas que te valoren y te lo agradezcan y valoren tu ayuda .
    Un abrazo 🫂

    Responder
    • Mariana Ferreira

      Gracias Sole valoro mucho tus palabras. Necesitamos fortalecer los sistemas y nuestro grupo será una manera de hacerlo, una suerte para mí estar junto a vosotros.

      Responder
  3. Ana

    Hola Mariana, qué testimonio más interesante y valiente nos ofreces en este artículo ya que es desde una doble perspectiva: el de paciente y el de profesional de la salud mental. Efectivamente, los profesionales de la salud y, más en el caso que nos ocupa, los de la salud mental, han de cuidar de la suya propia pues una buena atención a los pacientes se puede ver perjudicada si no cuidan de ella, aunque no hay que olvidar que siempre está el factor humano en todo profesional.
    La horizontalidad es una gran oportunidad de aprendizaje recíproco y por lo tanto de crecimiento.
    Un abrazo!

    Responder
    • Mariana Ferreira

      Ana muchas gracias, totalmente de acuerdo nuestra salud mental ya no la podemos dejar a un lado, tenemos que cuidarnos a nosotros mismos y cuidarnos entre nosotros también.

      Responder
  4. FRANCISCA PEREZ SANCHIS

    Mariana, explica con claridad lo que pasa en la realidad de la profesión,los pacientes creen que lo que sabemos,sirve para nuestra vida y por lo tanto,nuestra experiencia nos salva y nada más lejos de la verdad

    Responder
    • Mariana Ferreira

      Gracias Francisca 🌹🙌 tenemos que pasar por nuestros baches para poder repararlos 💕

      Responder
    • Francisco

      Gracias

      Responder
  5. Rafael González Quesada

    Hola Mariana me ha encantado tu relato y te felicito por tu profesionalidad y humanidad. Ojalá todos lo profesionales en salud mental fueran tan responsables y se dieran cuenta que ante todo y por encima de sus conocimientos y profesionalidad son personas y trabajan con personas. Si eso ocurriera no habría tantas decepción, tanta frustración y desesperación. Pero como en todas las profesiones hay gente vocacional y gente que no lo es. Pero yo le diría ha esa gente que tiene capacidad de estudio pero no de amor, empata y sacrificio, que dirijan su futuro hacia otro lado. Incluso al que ha creído que podía y no puede, que no pasa nada, que lo deje y no haga daño. Porque hacer sufrir a una persona involuntaria mente es horroroso pero consciente es cruel. Y no hablo por mi, sino por esas miles de personas que lo han sufrido lo sufre y lo sufrirán. Por favor NO. Basta ya de estar cómodo detrás de un sillón. Y tambien pido a todas esas personas que hablam sin pensar que los profesionales en salud mental son persona. Que no son magos ni dioses y tienen problemas como todos. Pero que si todos ponemos de nuestra parte y no miramos hacia otro lado, todo puede cambiar. Gracias

    Responder
    • Mariana Ferreira

      Rafael muchísimas gracias por tu comentario… cada una de estas palabras son muy acertadas «Ni magos, ni dioses» y desde ese realidad tenemos que prepararnos y trabajarlos internamente para que nuestro trabajo sea cada vez más humano. Te abrazo 🤗

      Responder
  6. María Dolores García Sempere

    Estamos dispuestos para ayudar lo que podamos ayudar

    Responder
    • Mariana Ferreira

      Ni más ni menos. Muchas gracias Maria por tu comentario. Un abrazo

      Responder
  7. Miguel

    Plena identificación!
    Gracias por abrirte y compartir, abrazo

    Responder
    • Joaqui

      Mariana gracias por este artículo tan enriquecedor y valioso. Gracias por tu sinceridad y abrir tu corazón es un regalo. Un 🤗

      Responder
  8. M. Carmen

    Gracias por tu punto de vista. Hay personas q consideran q los profesionales en salud mental no pueden tener a su vez sufrimiento. Yo tengo una amiga q es psicóloga y una vez me comentaba q su entorno no le dejaba expresar su sufrimiento por un problema concreto, con el típico ataque de «tú eres psicologa». Sin pensar mi respuesta se me ocurrió preguntarle «¿entonces los oncologos nunca sufrirán cáncer?.
    Gracias.

    Responder
    • Nati

      Muchas gracias Mariana por abrir tu alma y darnos a conocer la otra cara de esos grandes profesionales que sois mostrando vuestra humanidad y la necesidad de ser escuchados.
      Todos y todas necesitamos cuidarnos y ser cuidados para poder ayudar a otros y a nosotros mismos.
      Un abrazo

      Responder
  9. Juani Pastor

    Algo está cambiando, profesionales como tú y como Alberto que lucháis por el bienestar de los pacientes y al mismo tiempo hacéis que nos impliquemos en nuestra recuperación, haciendo que nos encarguemos de nosotros mismos y no dependamos pasivamente de una medicación, dándonos voz y alzando la vuestra para poder trabajar con dignidad y justicia, es encomiable. Ojalá otros se sumen a esta forma de entender el tratamiento de la salud mental, sin miedo a mostrarse como lo que son, como tú te has mostrado hoy, un ser humano tan vulnerable como cualquiera. Ello ayudará a que nos comprendamos mutuamente y redundará en un beneficio para todos. Seguid adelante por este camino que nosotros vamos a apoyar vuestra labor porque haciéndolo nos apoyamos a nosotros mismos.

    Responder
  10. Lorena

    Gracias Mariana por dar visibilidad también a la salud mental de los profesionales. En muchas ocasiones también cargamos con sufrimiento… sufrimiento por no poder ofrecer el servicio como nos gustaría, atender a los pacientes como se merecen, etc. Y efectivamente, gracias al vínculo con nuestros pacientes, también cargamos con el sufrimiento ajeno, porque la empatía no entiende de estar sentado al otro lado de la mesa. Muy importante cuidarnos para poder cuidar. Un abrazo.

    Responder
  11. Maria Jose Fuster

    Mariana, tu contribución con este articulo al relevante tema de la salud mental de los profesionales es un acto de coraje que ayuda a romper estigmas y a construir una sociedad más comprensiva y solidaria. Tu reflexión sobre la vulnerabilidad de los profesionales frente al síndrome de burnout es un tema crucial que resuena con la realidad de muchos en el campo. La idea de que los profesionales de la salud mental deben ser pacientes también, para no permitir que sus propios procesos interfieran con los de sus pacientes, es una perspectiva valiosa y un acto de responsabilidad profesional. Gracias por compartir tu historia y por tu compromiso con la salud mental, tanto personal como profesionalmente. ¡Tu mensaje es un recordatorio vital de que cuidar de uno mismo es el primer paso para poder cuidar de los demás!

    Responder
  12. Lourdes

    Hola Mariana, soy Bati. Antes de enfermar tenía una responsabilidad dentro de la organización religiosa a la que pertenezco. Me gustaba mucho escuchar a mis compañeros o hermanos espirituales, intentaba siempre ponerme en su lugar, incluso me llevaba esos problemas a casa y seguía pensando en ellos y como ayudarlos. No era fácil te comprendo lo que dices, pero cuando enferme era diferente, no era bueno para mi seguir llevándome esos problemas a mi casa porque aunque me costó mucho, aprendí que tenía límites, hacerlo me ha ayudado mucho. Sigo pensando en los demás pero cuidándome yo también. Gracias por tu experiencia muy enriquecedora y me ha fortalecido mucho.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar

El médico de pueblo

El médico de pueblo

El médico de pueblo, una figura que contaba con pocos recursos materiales … pero con muchos recursos humanos. El médico de pueblo, una figura que se enraizaba entre sus...

leer más
Sincericida

Sincericida

A la primera persona que escuché el término “sincericida” fue a la Psicóloga Laura Rojas-Marcos. Este término no existe en el diccionario de la lengua y Rojas-Marcos lo define de...

leer más
Soledad

Soledad

Siempre he sido, lo que suele llamarse, un Alma Vieja, o como decía mi yaya, una vieja en el cuerpo de una niña, y eso amigos míos, cuando eres muy pequeña es un poco confuso,...

leer más

Contacto

contacto

Teléfono

+34 616 852 402

WhatsApp

+34 616 852 402

Email

info@psiquiatraalbertogadea.es

Dirección

Avenida General Marvá, 33, 1º A
03005 – Alicante